El certificado energético es un documento esencial que evalúa la eficiencia energética de una propiedad. Si te preguntas qué es el certificado de eficiencia energética y para qué sirve, aquí te explicamos todos sus beneficios, requisitos y cómo obtenerlo para cumplir con la normativa y mejorar la eficiencia energética del inmueble.
El certificado de eficiencia energética es un informe técnico que clasifica la eficiencia energética de un edificio en una escala de "A" (muy eficiente) a "G" (poco eficiente). Este certificado incluye información sobre el consumo de energía, métodos de cálculo y recomendaciones de mejora para el inmueble. La clasificación facilita identificar áreas de mejora y contribuye a una mayor sostenibilidad.
El objetivo principal del certificado energético es promover el ahorro energético y ayudar a los consumidores a tomar decisiones informadas en la compra o alquiler de propiedades. Este certificado proporciona una visión clara del rendimiento energético de un inmueble, permitiendo evaluar el consumo y las emisiones asociadas.
El certificado energético incluye una serie de elementos específicos que lo hacen un documento completo para evaluar la eficiencia de un inmueble:
El certificado asigna una etiqueta que clasifica la eficiencia del edificio desde la "A" (más eficiente) hasta la "G" (menos eficiente).
Datos específicos de la propiedad, como ubicación y características estructurales.
Descripción de los métodos utilizados para evaluar el consumo y la eficiencia energética del inmueble.
Indicación de la normativa de eficiencia energética que se sigue en la evaluación.
Sugerencias específicas para reducir el consumo energético del edificio y mejorar su calificación.
Contar con un certificado de energía ofrece múltiples beneficios, tanto para propietarios como para compradores y el mercado inmobiliario en general:
El certificado energético juega un papel crucial en la promoción y adopción de la energía solar fotovoltaica. Al cuantificar los beneficios de las mejoras energéticas, refleja el impacto positivo de instalar sistemas solares, impulsando así la transición hacia fuentes de energía renovable. Entre los beneficios que este certificado puede demostrar se incluyen una reducción de hasta el 80% en las emisiones de CO₂, mejoras en la calificación energética del inmueble (alcanzando niveles "A", "B" o "C") y un ahorro considerable en la factura de electricidad gracias a la generación solar.
Un certificado energético que muestre alta eficiencia gracias a la instalación de sistemas fotovoltaicos puede aumentar el valor de la propiedad en el mercado inmobiliario. Las viviendas con mejor calificación son percibidas como más sostenibles y generan menor gasto energético, lo que resulta atractivo para potenciales compradores.
El proceso de certificación energética también ayuda a los propietarios a:
El certificado de eficiencia energética actúa como un catalizador para la adopción de energía solar fotovoltaica, proporcionando incentivos económicos, evidenciando beneficios tangibles y fomentando una planificación energética más consciente y sostenible.
La instalación de sistemas fotovoltaicos influye significativamente en la calificación energética de una propiedad. La generación de energía renovable disminuye el consumo de fuentes no renovables, lo que se traduce en una mejor clasificación en el certificado energético y, con ello, en una mayor valorización de la propiedad. Adicionalmente, en algunas localidades, contar con un certificado actualizado y con energía fotovoltaica instalada puede facilitar el acceso a incentivos fiscales y bonificaciones locales, reforzando los beneficios económicos de la transición energética.
En España, desde 2013, el certificado energético es obligatorio para todos los inmuebles que se pongan en venta o alquiler. Esta normativa es parte de una estrategia europea para mejorar la eficiencia energética en el sector inmobiliario y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
La Directiva de Eficiencia Energética de la Edificación (EPBD) establece requisitos específicos que los edificios deben cumplir:
La normativa europea establece como objetivo final que todos los edificios sean de cero emisiones para el año 2050, promoviendo así una transición hacia edificios sostenibles y energéticamente eficientes.
Además, estas normativas incentivan la electrificación de la demanda energética. Esto implica que las viviendas no solo mejoren su calificación energética, sino que migren a fuentes de energía renovable como la energía solar fotovoltaica y la aerotermia para satisfacer sus necesidades de consumo eléctrico. La integración de estos sistemas reduce la dependencia de combustibles fósiles, contribuyendo a que las viviendas y edificios puedan alcanzar las calificaciones exigidas y reducir las emisiones de CO₂.
No cumplir con estos requisitos puede resultar en sanciones para los propietarios, y las propiedades que no alcancen las calificaciones mínimas quedarán excluidas del mercado de alquiler y venta.
En España, existen dos tipos de certificados que cumplen funciones complementarias en la gestión de la eficiencia energética:
Ambos certificados, el CEE y el CAE, son complementarios. Mientras el CEE proporciona una evaluación inicial del consumo energético, el CAE se enfoca en la implementación de mejoras para lograr ahorros tangibles en el consumo. Juntos, estos certificados contribuyen a una gestión más eficiente de la energía en España y fomentan la adopción de medidas sostenibles.
En la mayoría de los países europeos, la certificación energética sigue las directrices de la Unión Europea, en especial la Directiva 2002/91/CE, que exige que todos los edificios cuenten con un certificado energético antes de ser vendidos o alquilados. Esta normativa tiene como objetivo mejorar la eficiencia energética y reducir las emisiones de CO₂ en el parque inmobiliario de Europa.
Algunos países en Europa han implementado normativas más estrictas y avanzadas en relación con la certificación energética. A continuación, te mostramos cómo algunos de estos países han innovado en este ámbito:
Es un documento obligatorio para vender o alquilar propiedades en España y en gran parte de Europa. Este proceso requiere la intervención de un técnico autorizado que evalúe el rendimiento energético del inmueble y lo clasifique en función de su consumo de energía y emisiones. A continuación, te explicamos cada paso del proceso y las características clave de este certificado. Para obtener el certificado de eficiencia energética de una vivienda o edificio, es necesario seguir estos pasos:
El primer paso es contactar a un técnico competente (arquitecto, ingeniero o profesional certificado) quien está cualificado para realizar esta evaluación energética. Es importante asegurarse de que el técnico esté registrado y autorizado para emitir este tipo de certificados.
Durante la visita, el técnico analizará varios aspectos de la propiedad, como el aislamiento, los sistemas de calefacción y climatización, y cualquier fuente de energía renovable instalada, como paneles solares. Con esta información, se calcula el consumo de energía y las emisiones de CO₂ del inmueble.
Basado en los datos obtenidos, el técnico asigna una calificación energética que puede ir desde la "A" (muy eficiente) hasta la "G" (poco eficiente). Esta etiqueta energética muestra la eficiencia del inmueble en comparación con otros.
El certificado incluirá no solo la calificación del inmueble, sino también recomendaciones para mejorar su eficiencia energética. Estas sugerencias pueden ayudar a los propietarios a aumentar su calificación en futuras renovaciones.
Una vez emitido, el certificado debe registrarse en el organismo correspondiente de la comunidad autónoma, según lo estipulado por el Real Decreto 390/2021, que regula la certificación de eficiencia energética en edificios. Este registro es obligatorio para que el certificado sea válido en el mercado de compraventa y alquiler de inmuebles.
Este proceso garantiza que el certificado refleje el consumo real y las emisiones de CO₂ de la propiedad, y también permite al propietario acceder a beneficios e incentivos fiscales asociados a la eficiencia energética y la electrificación de la demanda, como la instalación de sistemas solares fotovoltaicos.
Contar con un certificado energético en buena categoría no solo asegura el cumplimiento de la normativa, sino que permite a los propietarios acceder a una variedad de beneficios fiscales y ayudas para mejorar la eficiencia energética de sus propiedades. Aquí te detallamos cada uno de los incentivos disponibles:
Muchos ayuntamientos en España ofrecen bonificaciones en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) a los propietarios que instalen sistemas de energía renovable, como placas solares, y cuenten con un certificado energético vigente. Estas bonificaciones varían según la localidad, pero pueden suponer un ahorro significativo en impuestos locales.
Existen deducciones en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) para aquellos propietarios que realicen obras que mejoren la eficiencia energética de sus viviendas. Estas deducciones pueden alcanzar hasta un 60% para actuaciones que logren calificaciones A o B en el certificado energético, con un límite máximo de 15,000 euros por vivienda. Además, para obras que reduzcan el consumo de energía primaria no renovable en al menos un 30%, se puede acceder a una deducción del 40% con un tope de 7,500 euros por vivienda.
Requisitos para aplicar estas deducciones:
Para las viviendas que mejoren su calificación energética, existen beneficios adicionales que se aplican en función de la reducción en el consumo energético. Estas deducciones fiscales están disponibles para gastos realizados entre el 6 de octubre de 2021 y el 31 de diciembre de 2025, permitiendo a los contribuyentes planificar sus inversiones en eficiencia energética con un retorno fiscal considerable.
Además de las deducciones fiscales y bonificaciones municipales, existen otras ayudas que pueden aprovecharse:
Sí, la certificación energética de edificios es obligatoria en todos los países de la Unión Europea para la venta o alquiler. La implementación de esta normativa contribuye a la reducción del consumo energético y fomenta la sostenibilidad en el sector inmobiliario.
En resumen, el certificado energético es un instrumento clave para fomentar la eficiencia energética y promover el uso de energías renovables en el sector residencial y comercial. Obtenerlo no solo es una obligación legal, sino que representa una oportunidad de ahorro y revalorización para los propietarios comprometidos con la sostenibilidad.
El certificado energético tiene una validez de diez años desde su emisión. Al finalizar este período, el certificado debe renovarse para que siga siendo válido en transacciones de venta o alquiler. Para renovar el certificado, es necesario repetir el proceso de evaluación, lo que asegura que la calificación refleje el estado energético actual del inmueble y cualquier mejora realizada en la propiedad.
En conclusión, el Certificado Energético no solo es un requisito legal, sino una herramienta clave para mejorar la eficiencia y el valor de las propiedades en el mercado. Incorporar soluciones como la energía solar fotovoltaica y optimizar el consumo energético puede marcar una gran diferencia en la clasificación de un inmueble y en su sostenibilidad a largo plazo. En Pylon Data, ofrecemos un software de gestión energética que permite a las empresas monitorear y optimizar el rendimiento energético de sus instalaciones de forma eficiente, impulsando tanto el ahorro como el cumplimiento de normativas energéticas. Asegura el máximo rendimiento de tus activos y contribuye a una transición hacia un futuro más sostenible.